Si bien todos conocemos los beneficios del ejercicio físico, algo que no se sabe tan comúnmente es que el ejercicio también influye en la microbiota intestinal , es decir, el conjunto de microorganismos que viven en nuestro tracto digestivo, incluidas bacterias, virus, hongos y otros microbios. .
¿Porque es esto importante? La microbiota intestinal juega un papel crucial en la digestión, la función inmune y la salud general.
Tres formas en las que el ejercicio físico puede influir en tu microbiota intestinal:
Aunque se necesita más investigación para comprender completamente la conexión entre el ejercicio y la salud intestinal, los primeros hallazgos sugieren que el ejercicio podría mejorar la microbiota intestinal, lo que a su vez podría mejorar nuestra salud. Así es cómo:
1. Se ha demostrado que la actividad física altera la composición de la microbiota intestinal al aumentar la producción de ácidos grasos de cadena corta (AGCC). Los SCFA desempeñan un papel importante en el mantenimiento de la salud intestinal al ayudar a regular la motilidad intestinal y el sistema inmunológico y tienen propiedades antiinflamatorias.
Los estudios muestran que el ejercicio regular aumenta la diversidad microbiana intestinal , lo que significa una mayor variedad de tipos de bacterias buenas que se encuentran en el intestino. Generalmente se considera que una microbiota intestinal más diversa es una microbiota saludable.
2. El ejercicio regular ayuda a regular el sistema inmunológico y, por supuesto, un sistema inmunológico sano puede ayudar a prevenir infecciones y mantener un buen equilibrio de bacterias en el intestino.
Los investigadores han planteado la hipótesis de que el ejercicio, que aumenta la circulación de las células inmunitarias en la sangre, puede ayudarle a combatir bacterias y virus infecciosos. En algunos estudios pequeños, los investigadores también han descubierto que las contracciones y movimientos musculares liberan proteínas de señalización llamadas citocinas, que dirigen a las células inmunitarias a encontrar y combatir infecciones.
3. El ejercicio físico favorece la motilidad intestinal al promover la contracción de los músculos lisos de las paredes intestinales. El ejercicio también estimula la liberación de hormonas digestivas como la gastrina y la motilina , que ayudan a regular la motilidad intestinal.